lunes, enero 29, 2007

MUJER y Ciudadanía Democrática Pluricultural, I PARTE:


a)La dama burguesa o la mujer unidimensional

Honrar a su esposo y ser una madre ejemplar para sus hijos, constituían las funciones primordiales de la mujer en la sociedad del siglo XIX. La mujer también podía ser una persona educada e instruida, pero siempre dependiente de la voluntad y los deseos de su marido. Las prioridades de una “dama” eran obedecer a su padre y seguir el ejemplo de su madre, mientras permanecía soltera, luego, al casarse, la mujer debía consagrarse a su marido (a quién debía brindarle la más absoluta obediencia, respeto y fidelidad) y a la crianza de sus hijos.
La función que la cultura burguesa le ha asignado a la mujer, sobretodo en la formación de hábitos y valores dentro de la educación de los hijos, convierte a la mujer en un instrumento para mantener el "status quo", por su rol de protectora y cuidadora de la familia. Es por esta razón, que cuando la mujer comienza a cambiar este patrón femenino de la tradición religiosa judeocristiana, de la madre abnegada y la esposa obediente; el mundo, las relaciones personales y el sujeto social o el “hombre”, ya no volvió a ser el mismo.

Vic serà una de les set seus de l´espectacle ´Secrets compartits´ ideat pel cantautor Gerard Quintana i el polifacètic Joel Joan. Durant dues hores, els protagonistes conversen, canten i reciten poesia.
De moment, els ´Secrets compartits´ ja l´han vist més de sis mil espectadors, des que va començar a viatjar per Catalunya l´any 2005. Després de passar pel teatre Condal de Barcelona, també hi ha previst que viatgi fins a set poblacions més, entre les quals figura Vic (3 de febrer), Cornellà de Llobregat (9 de febrer), Balaguer (10 de febrer), Berga (16 de febrer), Hospitalet de Llobregat (23 de febrer, en el marc del Festival BarnaSants), Lliçà d´Amunt (24 de febrer) i Torelló (3 de març).

Imagen y Texto: www.mesosona.cat

viernes, enero 19, 2007

















La Cultura como fuerza de construcción social
Más allá de los conceptos, la cultura debe ser asumida como un asunto político para que sea política de Estado y establecerla en las prioridades estratégicas del desarrollo integral de la Nación. La cultura puede y debe ser un servicio público para construir el cambio social, educativo, ambiental, estructural, económico, político, territorial y de las propias acciones culturales del país, que ahora se formula como proyecto, basado en la visión/misión innovadora para transformar la vida venezolana
Sistema Nacional de Cultura
Plan Nacional de Cultura

Caracas, diciembre de 2000

jueves, enero 11, 2007


El pueblo de Venezuela, en ejercicio de sus poderes creadores invocando la protección de Dios, el ejemplo histórico de nuestro Libertador Simón Bolívar y el heroísmo y sacrificio de nuestros antepasados aborígenes y de los precursores y forjadores de una patria libre y soberana; con el fin supremo de refundar la República para establecer una sociedad democrática, participativa y protagónica, multiétnica y pluricultural en un Estado de justicia, federal y descentralizado, que consolide los valores de la libertad, independencia, la paz, la solidaridad, el bien común, la integridad territorial, la convivencia y el imperio de la ley para esta y las futuras generaciones; asegure el derecho a la vida, al trabajo, a la cultura, a la educación, a la justicia social y a la igualdad...
Preámbulo de la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela (2000)

Fotografía: Adán Poleo

lunes, enero 01, 2007


El fenómeno cultural de los últimos tiempos, se ha caracterizado por trascender aquellos modelos y parámetros, con los que estábamos acostumbrados a percibir la cultura. Hoy día es imposible plantearse un concepto de cultura que no sea abierto, pluralista, es decir, que no englobe dentro de él, las diferentes visiones o formas de entender la cultura.
Tenemos por ejemplo la cultura en su sentido antropológico, que definiría a la cultura como todo lo hecho por el hombre, toda acción humana que no es innata ni instintiva (Morin, 1969). Lo positivo del sentido antropológico de la cultura, pese a que Edgar Morin lo critica por ser demasiado amplio y general, es que precisamente en la afirmación: Todo es cultura o la cultura es todo, es cuando se rompe el prejuicio de considerar a la cultura como acumulación de conocimientos académicos o apreciación de las “bellas artes”. De este modo se logra una valoración de las “culturas populares” (Enfocadas éstas últimas, desde la visión burguesa de la cultura), porque tanto la pintura del renacimiento como las máscaras africanas serían valoradas por igual, como patrimonio artístico y cultural. En este sentido, el gran aporte de la visión antropológica de la cultura, es lograr redimensionar el término cultura, al trasladarlo de su relación: Cultura-Saber, a su relación: Cultura-Hombre u Hombre-Cultura. Es decir, que todo ser humano es portador de “saber” y de “cultura”.
Tenemos el otro sentido de la cultura que proviene también de las ciencias sociales, me refiero al sentido sociológico de la cultura, que Morin, relaciona directamente con la “cultura cultivada” y lo acusa de su carácter residual (Morin, 1969).
A principios del siglo XX, la mayoría de los estudios sobre arte y cultura, se centraban en las manifestaciones culturales de la sociedad burguesa. Tanto la sociología del arte de corte liberal (H. Taine, A. Warburg, E. Panofsky, etc.), como la de corte marxista (Lukács, Brecht, Gramsci, Althusser) enfocaron sus estudios e investigaciones, desde la visión elitista o burguesa de la cultura. Hasta la primera mitad del siglo XX, todavía se entendía la cultura, en este sentido, la sociología del arte se reducía a la historia de la cultura ilustrada, consistía en una especie de cronología del arte o del “gusto” burgués. Cuando se estudiaban otras culturas, éstas siempre eran abordadas desde la visión del pensamiento burgués (pensamiento moderno).
Con el advenimiento de la cultura de “masas”, el paradigma de la cultura burguesa empezó a entrar en crisis: El fenómeno cultural dejó de ser visto como un problema de “gusto”, para entenderse como un universo más amplio que tenía que ver directamente con los procesos de cambio social. Si la antropología con sus estudios de las “culturas primitivas”, logró redimensionar el término cultura; la relación: Cultura - Sociedad, es un aporte muy importante porque involucra directamente al hecho cultural, con la problemática social. Así, la acción cultural, pasó a ser una prioridad fundamental en las políticas públicas de los Estados. La cultura no sólo como una manifestación de todo hombre, sino también de las colectividades y comunidades. La cultura como la manifestación de los valores, creencias, formas de ser y de pensar de grupos sociales. La cultura como un derecho de todo ser humano y de todos los pueblos (Declaración de los Derechos Universales de los Pueblos, 1976).
Todo ser humano como individuo que crece y se desarrolla socialmente, tiene la necesidad de vincularse e identificarse con los demás sujetos que conforman su escenario social. Esta necesidad se expresa a través de códigos morales, valores estéticos y cognoscitivos, variadas formas de lenguajes y de comunicaciones. Dicho de otro modo, la cultura constituye un elemento fundamental, dentro de la personalidad de cada individuo y, dentro de la identidad de cada comunidad o grupo social. Por esta razón, es un derecho humano universal, inviolable e incuestionable (Art. No.22. Declaración de los derechos humanos, 1948).

Elba Poleo, La Cultura y la construcción de la Ciudadanía Democrática Multicultural