viernes, abril 15, 2011

"Los pájaros se van con la muerte" de Thaelman Urgelles


El tratar de comprender la lucha de poderes entre los seres humanos es algo que me ha ocupado bastante tiempo de mi vida y también como materia de estudio, por eso escribo sobre los derechos culturales y los derechos de las mujeres, que por cierto muchas mujeres que han sido explotadas o son oprimidas en la actualidad son víctimas de otras mujeres, como pasa con la relación madre-hija de la película "Los pájaros se van con la muerte" del director venezolano Thaelman Urgelles. Hay un relato de Pedro Juan Gutiérrez “Los Hierros del Muerto” que también retrata esta realidad de la “pasión esclavizante” que toca Thaelman Urgelles y Edilio Peña en “Los Pájaros se van con la Muerte”. La actuación de Carlota Sosa en esta película está magistral. Está muy buena y bella la fotografía y me encanta la imagen de María Lionza, porque es una imagen muy feminista, que reivindica el poder de la naturaleza femenina, que tiene su lado positivo y constructivo como negativo y destructivo. De los temas o temáticas que se ven planteados en el tráiler de esta película, es el asunto del sacrificio humano, el que más me llamó la atención, pienso que es completamente absurdo que un ser humano se sacrifique o tenga o se vea en la obligación de hacerlo por otro, porque todos somos igual de importantes y valiosos, lo que pasa es que existen personas que desconocen su valor como persona y ser humano, aunque esto también es muy relativo como el concepto de libertad, todo depende de los valores culturales que a veces debemos romper por nuestra propia sobrevivencia o por el contrario ser fiel a ellos hasta la muerte, todo dependerá de la decisión que consideremos más justa y equilibrada. Ahorita estoy leyendo un libro que se llama “El viaje al poder de la mente” de Eduard Punset, donde dice algo que me impactó mucho: “El mayor desafío de los humanos son los otros humanos”

viernes, enero 28, 2011

28 de Enero: Día del Cine Nacional

El cine es el mundo de las imágenes y de las representaciones. Es un espacio imaginario que nos sumerge en un mar de sensaciones y sentimientos que se comunican a través de la imagen y la palabra. El discurso ideológico de una película, tiene que ver mucho con el guión de la misma, pero en el lenguaje cinematográfico, la simple manera de caminar de un personaje femenino, ya nos cuenta parte de su historia y de su identidad (es decir, de su forma de entender la vida, de su ideología) sin que dicho personaje nos contara nada acerca de ella. Esto pone de manifiesto la gran influencia e impacto que una sola imagen cinematográfica puede generar en la mente de las personas y de las comunidades.
El cine funciona como un espejo, vemos reflejados en él y en sus personajes, nuestros sentimientos, emociones, formas de ser, de expresarnos. Es casi imposible ver una película y no identificarse al menos con algunas de las características de uno o varios personajes. Por eso el cine de un país y de una época determinada, es el reflejo del alma de dicha sociedad.
El cine venezolano vive en la actualidad su mejor momento, porque el venezolano ha aprendido a reconocerse e identificarse consigo mismo en la gran pantalla. Es reconfortante ver películas como La Hora Cero, Habana Eva o Hermano, y apreciar como el público no sólo llena las salas de cine nacionales para verlas, sino que goza y padece a plenitud y sin ningún tipo de complejos de las tramas e historias que cuentan estas películas, porque las mismas, cuentan parte de la historia de sus vidas reales. Los venezolanos a través de nuestro cine estamos aprendiendo a reírnos de nosotros mismos y a sentir también compasión por todo lo que hemos tenido que soportar y resistir. Pero si algo grandioso tiene el arte, y por ende el cine, es la capacidad de transformar todo el horror y dolor que a veces los seres humanos llevamos dentro, en algo positivo y en ocasiones sublime.