lunes, noviembre 05, 2007

Racisme al meu voltant: Tráfico de niños africanos








PARIS.- La iniciativa parecía admirable: una ONG francesa planeaba rescatar a 103 huérfanos del sangriento conflicto de Darfur y trasladarlos desde un campo de refugiados del vecino Chad hasta Francia, donde serían adoptados por familias europeas.

Pero el avión que iba a trasladar a los niños africanos fue retenido a último momento por las autoridades chadianas, que detuvieron a los miembros de la ONG, acusados de tráfico ilegal de menores. Al parecer, los niños no eran huérfanos y muchos tampoco eran de Darfur.

El caso provocó indignación en Chad y una gran conmoción en Europa. Especialmente en Francia, donde el presidente francés, Nicolas Sarkozy, preocupado por la suerte de la misión de paz europea que se desplegará en poco tiempo en esa región, no dudó en calificar la acción de la ONG de "ilegal e inaceptable".

En total, son 17 europeos los detenidos por las autoridades chadianas. Seis franceses miembros de la ONG El Arca de Zoé, la organizadora de la operación; tres periodistas franceses que cubrían la información; siete españoles miembros de la tripulación del avión contratado para el traslado y un piloto belga que llevó a los niños hasta la localidad chadiana de Abeché.

"Fabricaron visas falsas, lo que significa que falsificaron documentos. Para nosotros, el rapto es más que un delito. [Los miembros de la ONG] podrían ser encarcelados durante varios años", afirmó el ministro del Interior de Chad, Ahmat Mahmat Bachir.

El presidente Idriss Deby también auguró castigos severos para los franceses, a quienes acusó de crímenes aún más graves que el tráfico ilegal: "Su objetivo era robar los niños a sus padres y vendérselos a organizaciones pedófilas en Europa -aseguró-. Quizás incluso iban a ser asesinados para vender sus órganos".

El fiscal de Abeché, donde se encuentran los detenidos, pidió ayer la inculpación de todos ellos. Los nueve franceses fueron acusados de secuestro de menores y estafa, mientras que los españoles son sospechosos de complicidad de esos actos.

Los investigadores también afirman que la ONG quería hacer pasar por enfermos a niños sanos, ya que oficialmente el viaje de los menores era un traslado de enfermos.

Mientras no se aclare su verdadera procedencia, los niños permanecerán en un orfanato en Abeché, donde serán cuidados por organizaciones humanitarias locales y por Unicef.
"Muchos de los niños lloran por las noches y llaman a sus padres", dijo una trabajadora de Unicef a la cadena británica BBC, y dijo que duda de que se trate de huérfanos. Tras haber interrogado a los menores, los investigadores dijeron que creen, además, que 48 de los 103 niños proceden de Chad y no de Sudán. Los trabajos de identificación son difíciles porque hay muchos niños pequeños, incluso bebes (LA NACIÓN.COM, Sacude a Europa un caso de tráfico de niños africanos, Martes 30 de octubre de 2007).

Annet Rehrl, la delegada en Chad del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR), ha afirmado que ninguno de los 103 niños que la ONG francesa “el Arca de Zoé” intentó trasladar a Francia es huérfano y ha denunciado que las personas detenidas de la organización "hicieron de todo", incluso "poner vendajes falsos a los niños" para que parecieran más desvalidos, lo que no tenía nada que ver con la realidad.
Rehrl ha denunciado que "estos niños tienen padre y madre y no son huérfanos" como han podido corroborar tras varias entrevistas con los menores. Además, en ACNUR "se sabe que, efectivamente, hay familias en Francia y otros países de Europa que ya han pagado una cierta cantidad de dinero para quedarse con ellos", apostilló.

Según la página web de El Arca de Zoé, la intención de la ONG era llevar a los "huérfanos" a Francia y, una vez allí, solicitar asilo político declarando a los menores 'refugiados' para garantizarles la acogida y permanencia en el país.

Para ACNUR, esto es "absolutamente ridículo", entre otras cosas "porque si el niño viene de Chad ni siquiera puede ser considerado refugiado". Lo primero para determinar si una persona recibe o no esta condición es conocer su procedencia, algo que no puede aclararse aún en el caso de los 103 menores puesto que carecen de documentación.

"Un menor no acompañado siempre tiene la protección del ACNUR y del Estado y si los llevan a Francia sería el Gobierno francés quien tendría que ocuparse, pero es impensable que unos adultos se presenten allí con 103 niños y reclamen que son refugiados porque es imposible, así no funcionan las cosas. Además, si vienen de Chad, ni siquiera serían refugiados, es una tontería", explicó Rehrl.

Un mecanismo de identificación
En opinión de la delegada de ACNUR, hay más que un fin humanitario detrás de las intenciones de El Arca de Zoé porque, para empezar "parecen niños bien cuidados", no procedentes de una zona de conflicto. Además, la delegada en Chad denuncia que "esa gente ni siquiera les había dado agua ni nada de comer en todo el viaje" y aunque "ninguno de los 103 estaba enfermo, llevaban vendajes falsos" porque "la ONG ha hecho de todo para montar una historia".

En este momento, los 103 menores se encuentran alojados en un orfanato en Abeché bajo supervisión de ACNUR, que proporciona agua y comida mientras intenta averiguar, mediante entrevistas, cómo se llaman y de dónde proceden los menores. Sin embargo, "son muy pequeños y se va a tardar mucho en verificar la información".

Para ello, ACNUR cuenta un mecanismo de identificación que se utiliza generalmente con refugiados. Se trata, primero, de "determinar la edad y la tribu a la que pertenecen" los niños y después recopilar "otras pistas" que, junto a las fotografías, servirán al personal de Cruz Roja Internacional para recorrer pueblos y asentamientos en busca de familias con hijos desaparecidos.

Las Agencias de Naciones Unidas en Chad, y especialmente Unicef debido a su mandato internacional de protección a la infancia, han manifestado su indignación en un comunicado al tener conocimiento de la operación (Escándalo: Tráfico de niños africanos a Francia, lunes 29 de octubre de 2007, http://actualdigital.blogspot.com/).

YAMENA (Reuters).- Nueve ciudadanos franceses y siete españoles fueron arrestados en la localidad oriental de Abeche, cerca de la frontera con la conflictiva región sudanesa de Darfur, hace apenas una semana mientras intentaban viajar hacia Europa con los niños, de entre 1 y 10 años.

Seis de los franceses son miembros de una organización no gubernamental llamada Arca de Zoe, que según dijo pretendía alojar a huérfanos de Darfur con familias europeas y tenía derecho a hacerlo bajo la ley internacional.

Sin embargo, funcionarios chadianos y de la ONU dicen que la mayoría de los niños provenía de familias con al menos un progenitor que vivían en la violenta frontera entre Chad y Sudán, en contra de la descripción de "huérfanos de guerra" entregada por Arca de Zoe.

La tripulación española contratada para realizar el vuelo, además de tres periodistas franceses y un piloto belga están también entre los detenidos. Si son condenados, los principales acusados podrían enfrentarse a condenas de trabajos forzosos de cinco a 20 años.

Algunos de los niños dijeron a periodistas que fueron atraídos desde sus pueblos en la frontera entre Chad y Sudán con ofrecimientos de caramelos o educación.

El caso supone un motivo de vergüenza para Francia, la antigua potencia colonial, que es una aliada del presidente chadiano, Idriss Deby, y tiene tropas y aviones apostados en el país.
También ha desencadenado un gran debate moral entre los que creen que los niños tendrían una vida mejor en Europa, lejos de los sufrimientos y conflictos de Africa, y los que están indignados por la forma en que han sido separados de sus familias africanas.

Alrededor de 100 personas, algunas que portaban flores, tomaron parte el sábado en una silenciosa marcha en apoyo de los europeos en la ciudad francesa de Marsella. Otra marcha está planificada para el domingo.

ADOPCIÓN INTERNACIONAL
“Las adopciones no son el mejor medio para ocuparse de estos niños frágiles”, estima el doctor Greg Powell, pediatra y responsable de la Sociedad protectora de la infancia en Harare, la capital de Zimbabwe.”La adopción internacional crea una alienación cultural. Existe mejores soluciones como la de que los niños permanezcan en su entorno más próximo o en el seno de la comunidad”, añade Powel.
Según este experto humanitario, se pueden desarrollar programas eficaces aportando fondos solidarios para cubrir los gastos de escolaridad de alimentos y ropa para estos huérfanos, sin que tengan que abandonar el lugar de nacimiento.” La mayoría de especialistas de la infancia en África están de acuerdo en que hay que tratar el problema ayudando económicamente a las comunidades en el mismo lugar”, recuerda Powel. ( Confidencial 7D.com: Herramienta de información estratégica, política, económica y social, 26 octubre 2006 )

El ANTEPROYECTO DE LEY que hoy aprueba el Gobierno refuerza la seguridad jurídica de los adoptantes:

Los padres biológicos solo dispondrán de dos años para intentar impugnar, si fuera el caso, la adopción de sus hijos. Hasta ahora no existía límite, lo que originaba reclamaciones sobrevenidas años después de que el menor viviera con su nueva familia. Es la principal novedad de la ley que aprueba hoy el Gobierno, con la que regula los procedimientos de acogimiento y adopción en España y el extranjero y refuerza la protección a la infancia. La norma, a la que tuvo acceso EL PERIÓDICO, reforma el artículo 172 del Código Civil para incluir este límite temporal. La opción de impugnar una acogida también se limita, en este caso a dos meses.
Con esta precisión, el Gobierno refuerza la seguridad jurídica de los adoptantes, que ya no temerán que les quiten a sus hijos si sobreviene un cambio en la situación social de los padres biológicos. De hecho, la norma establece que pasados esos dos años "decaerá el derecho de oposición" a la declaración de "desamparo" del menor, la que propicia la adopción, y que esta no podrá ser revocada si el niño "está integrado de forma estable en otra familia".

LICENCIAS DE LAS AGENCIAS
Esta ley integral de adopciones, que hoy será remitida al Congreso para su tramitación parlamentaria, armoniza toda la legislación general y autonómica sobre estos procesos y refuerza el control del Gobierno central sobre las acreditaciones de las Entidades Colaboradoras de Adopción Internacional (ECAI). Así, en su artículo 4, establece que la "entidad pública española" será la competente para otorgar y retirar la credencial que permite a estos organismos desarrollar su función. Dado que tienen ámbito autonómico, la norma otorga al Gobierno central la potestad de crear un mecanismo de control que asegure la "coordinación interautonómica".
Mediante esta iniciativa, el Ejecutivo pretende poner coto a situaciones polémicas como la vivida el pasado verano. Entonces, la Generalitat suspendió cautelarmente una treintena de procesos de adopción en el Congo por las presuntas irregularidades cometidas por la Asociación de Adopción Internacional de Congo (ADIC), entidad acreditada por el ICAA (Institut Català d'Acollida y Adopció).
Respecto a los informes de seguimiento del menor una vez adoptado --reclamados por algunos de los países de origen de los niños--, el proyecto determina que los adoptantes "deberán facilitar la información y entrevistas que la entidad publica" o bien las ECAI precisen para elaborarlos. Hasta el momento, ninguna "entidad pública" intervenía en este trámite, al que se comprometían las familias que aportaban esa documentación a través de su ECAI. Esto generó más de un problema. En el año 2001, por ejemplo, China paralizó las adopciones internacionales porque no recibía dichos informes.
Además, si los países de origen de los niños fijan "un límite en el número" de ECAI que pueden operar en su territorio, "se establecerá la oportuna coordinación entre las entidades públicas" a efectos de acreditar a quién corresponda, dice la ley. Lo que en la práctica supone que el Gobierno central intervendrá en ese reparto que hasta ahora dependía de las autonomías.

45 AÑOS DE DIFERENCIA
Además del límite de dos años para intentar revocar una adopción, la ley confirma en tres años la vigencia máxima del certificado de idoneidad de los padres que aspiren a ser adoptantes. Y establece que entre estos y sus hijos no puede haber una diferencia de edad que supere los 45 años.
La norma también recoge el derecho de los niños a conocer la identidad de sus padres biológicos una vez que superen la mayoría de edad y establece que las administraciones públicas deberán facilitar la búsqueda.
La erradicación de la compraventa de niños en terceros países es otro de los objetivos que persigue la norma. Así, establece que en las adopciones internacionales "nunca podrán producirse beneficios financieros distintos de aquellos que fueran precisos para cubrir los gastos estrictamente necesarios".

( Salomé García, EL PERIÓDICO.COM, Madrid, 9/2/2007)

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